domingo, 5 de mayo de 2013

5/5/13

¿No habéis sentido a veces la necesidad de besar a alguien, abrazarlo o sentirlo cerca? Pero esa necesidad no se ha podido cubrir, esa necesidad sigue ahí, latente, esperando a ser cubierta por alguien, esa necesidad que hace daño, que a veces te hace sentir que no vales nada, que nunca vas a poder ser feliz, pero surgen esos momentos en los que esa necesidad está cubierta, en los que puedes besar y abrazar a esa persona sin que nada ni nadie te importe, puedes estar junto a ella el tiempo que quieras y puedes ser feliz, pero hay veces en las que la felicidad se ve truncada, llega algo o alguien que se interpone y hace que te vuelvas a sentir como una mierda, y en ese momento, ese algo o alguien (vamos a dejarlo en alguien) empieza a separarse cada día más de ti, esa "amistad" deja paso a un "conocidos" y ese "conocidos" cede su lugar a la soledad, esa soledad que se siente al saber que tu amigo ya no lo es, que ya no es esa persona que conociste, que ya no quiere hablar contigo.
En ese momento te das cuenta de que los amigos se cuentan con los dedos de una mano, que solo unos pocos son felices cuando tú eres feliz y que te animan cuando no lo estas.
Eso es la vida, momentos  y momentos amargos, así que, no dejes que ese alguien convierta tus momentos felices en momentos amargos, y si lo hace, recuerda que aunque no estés con ellos, siempre habrá alguien ahí que te haga sonreir.

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